Antes de trabajar en la biblioteca trabajé en una librería. Me gustaba mucho entrar en la mañana y sentir el olor de los libros y el café; ver las mesas llenas de libros nuevos, empacaditos e intactos; recomendar a mis favoritos y pasarme largos ratos en la sección de libros para niños.
En una librería ves pasar a los libros. Sus temporadas pueden ser cortas si se trata de un best-seller o de la dieta de moda, largas si es un pesado libro de historia antigua o de filosofía. Los encuentras apilados con los de su clase cuando acaban de llegar o solitos en la librera cuando tienen el honor de ocupar el lugar que les toca alfabéticamente.
Mi relación con los libros de la biblioteca es distinta. Acá no todos los libros son nuevos, hay unos muy antiguos, que huelen a papel viejo y que cuentan historias en las marcas que múltiples lectores han dejado en sus páginas. Además de las exhibiciones uno no se encuentra con mesas llenas de libros, para encontrar el que buscas tenes que ir a buscarlo a su apartamento, cuya dirección, por supuesto, está registrada en el catálogo y depende del Dewey.
Acá tampoco son populares todos los libros. Algunos lo son cuando acaban de llegar, otros cuando se acercan los exámanes. Lo lindo de estos libros es que tienen una historia colectiva, rastros que les van dejando aquellos que los leen.
Libro Libertate 
Dicen que cada día se escriben 3,000 libros… o quizás más, o quizás menos… todos dicen son nada más que monólogos de los autores que no soportan conversar con personas. Para mí, no son muchos más que las historias más famosas o las mentes más complicadas plasmadas en un papel.
Pero, de repente y en muy contadas ocasiones uno de esos monólogos te llama. Lo tomás en tus manos y algo te invita a correr las páginas.
En una biblioteca o en la librera alfabética de una librería siempre habrá un primer segundo lleno de emociones y frustraciones cuando decides cerrarlo y cambiar a otro libro… o, tomarlo y decir que será tu postre esa tarde!
Hay monólogos que podría leer 3 ó 4 veces si es necesario!
Es verdad que es completamente distinto: yo tb trabajé en una biblioteca y entre que los fondos de esta no me interesaban nada (era de economía y estadística), agradecí con el tiempo poder dedicarme a otra cosa.
Soy visitante diaria de librerias: a la hora de comer y cerca de mi trabajo que hay varias. Es un vicio porque siempre acabo comprando algo, pero aunque no compre, simplemente ver los libros, hojearlos… es suficiente¡¡¡.
ISABEL – LA OTRA
sopasyletras.com
TORENO GEENGROM, autor de LA REBELION DE LOS DIOSES, ya publico el primer libro de su trilogía en formato electronico LA MONTAÑA DE LOS DIOSES Y LOS TRONOS DE MARDUK, la propuesta de este escritor es fenomenal, su estilo y su produccion literaria no tienen nada que envidiar a los autores europeos o bien gringos, ademas la obra cuenta con vida propia, dejeme contarles que este autor y su obra pareciera que fuera de de otro pais, pero lo fenomenal es que esta produccion es 100% guatemalteca, porque el autor es chapin, les invito para que lean esta obra excepcional, segun tengo entendido hace algunas semanas que fue lanzado al mercado el libro y lo mejor es que ya aparecen comentarios de otros usuarios en algunos portales de españa y argentina, pero… ¿los comentarios de nosotros como guatemaltecos en donde estan? este autor tiene una pagina propia de su libro que por cierto tiene buena presencia, la direccion es http://www.larebeliondelosdioses.com
Espero que de parte de la Universidad lo invitemos para que el escritor brinde una conferencia de su libro y conocer mas del autor y su obra.
Atentamente,
Alejandra Rivas